Las parejitas mixtas siempre han dado mucho juego en los territorios de la música campestre y aledaños. Es el caso de estos dos pájaros (tortolillos) estupendos, aunque en su caso la ubicación estilística se vuelva particularmente difusa: partiendo del country-folk y, en general, de los horizontes del “americana”, las guitarras de la inaugural “Never go back” se apuntan al juego del funk y el recitado central en francés sugiere que las fronteras serán bien poco estrictas. durante toda la entrega. Cosas de la vida en Chicago, imaginamos: un centro de operaciones más cosmopolita que Nashville o demás focos canónicos del Medio Oeste. Para disipar dudas, en cualquier caso, apliquémonos a los seis minutos del tema central, una de esas baladas ardorosas, con solo de guitarra final y teclados carnales, que por nuestros territorios no les importaría firmar a Morgan. En realidad, la alianza entre Allison Russell (líder en Po’ Girl) y JT Nero (JT & The Clouds) funciona tan bien por su equilibrio paritario y por el reparto de papeles: la voz incandescente de ella como protagonista principal en la dinámica “Travelers”, el rugido rugoso de él en la excelente y muy negroide “Try”. Los aires más acústicos y aromáticos regresan de manera nítida hacia el final (“Superlover”), pero es, en general, esa versatilidad en la franja entre el country y el soul lo que convierte este tercer álbum del tándem en una experiencia adorable.