Entre los deportes más extendidos para la crítica pretendidamente seria, el vapuleo de cualquier aspecto relacionado con Coldplay siempre ha ocupado un lugar de privilegio. Al cuarteto británico tienden a achacarles su felicidad impostada, la inconsistencia en el discurso, los estallidos de color o su afán desmesurado por llenar estadios a toda costa, como si ofrecer un gran espectáculo fuera una ambición perversa o como si los grupos con tirón popular equivalieran a una nadería (¿les suenan los Beatles, los Stones, Pink Floyd?).
El caso, en fin, es que cada vez que Parachutes reconquiste la bandeja del equipo de música en un hogar exento de prejuicios, la sonrisa del titular estará propensa a desbocarse de un extremo a otro de la cara. Chris Martin, que por entonces era todavía un muchacho con media melena, suena esperanzado y luminoso en Don’t panic, una apertura maravillosa, dos minutos y poco de ensoñaciones, caricias, comienzo urgente y esas guitarras etéreas que aún tenían mucho en común con las de The Edge. Hay un tono de comedimiento y sosiego en buena parte del álbum (Spies, Sparks; un segundo sencillo prodigioso, Trouble, que recogía la herencia de Thom Yorke), un primer esbozo de himno esperanzado para las masas con Everything’s not lost y, por supuesto, ese aldabonazo de vitalidad y guitarras nerviosas que es Yellow, la gran canción de despedida del siglo XX.
Coldplay eran indies, claro (Shiver), pero tanto We never change como High speed se atrevían a acariciar el dream-pop. E incluso el cuarteto, entonces tan bisoño, se permitía la pequeña travesura de deslizar un tema oculto, la preciosa miniatura Life is for living, que con su ritmo de vals remite a los bares de ambiente taciturno y las altas horas de la madrugada.
Parachutes obtuvo una nominación al Mercury, premio más que codiciado y dato que deberían retener los desmemoriados. Pero, sobre todo, estos Paracaídas consiguieron aterrizaje holgado en muchos corazones.
ColdPlay es la mejor banda del mundo, Son Genios y escucharlos me da mucha felicidad y alegria,son increibles.Para mi los mejores , lejos.
Es el anticipo de canciones memorables. De composiciones que son un prodigio musical. Hablo de Fix you pero también de canciones como Us against the World. O What if, o Fly on. O….. Escuchen Coldplay.