Habrá quien solo encuentre su nombre vaga y difusamente familiar, y puede que muchos solo lo identifiquen como el primer gran mentor de aquel genio deslumbrante y efímero que fue el desdichado Jeff Buckley, pero la carrera de Gary Lucas suma ya cuatro décadas de magisterio guitarrístico y mirada poliédrica e incisiva. The essential es la consabida doble antología abigarrada, que aprovecha casi cada centímetro cuadrado del cedé para aportar más información y alcanzar sus buenas dos horas y media de repaso fascinante, también para los conocedores premium de este turbio y oscuro maestro neoyorquino. Porque junto a los grandes éxitos, si tal nomenclatura fuese aplicable a nuestro hombre del sombrero, la colección es rica en rarezas suculentas y rebuscadas, y alguna que otra grabación del todo inédita.
En ese capítulo de tesoros, el regalo de apertura del segundo cedé se antoja insuperable: un encuentro entre Lucas y la rutilante estrella del pop oriental FeiFei Yang para brindarnos una (fantástica) versión de All along the watchtower… en chino mandarín. Pero antes hemos asistido al fascinante despliegue del primer disco, 17 temas de espectro amplísimo, tan felizmente ingobernables como el propio Gary. Centrados en la obra de nuestro protagonista junto con su banda de acompañamiento referencial, Gods and Monsters, el muestrario abarca acústico y eléctrico, instrumental o cantado, mucho art-rock, digresiones de folk vanguardista (la brillantísima Skin the rabbit), arrebatos del Nueva York más indómito (One man’s meat, junto a David Johansen, de New York Dolls), el reposo sereno de la bellísima Follow, el pellizco de rock acelerado con metales (Climb the highest mountain) y, entre medias, la maqueta original de Grace, el gran emblema de Buckley, estratosférico ya en esa primera toma. Ojo: Lucas es coautor de esa obra magna y de otra de aquel primer y único elepé completo de Jeff, Mojo pin.
Cuesta encontrar parecidos o paralelismos, porque (casi) nadie abarca tanto y con tanta naturalidad. El trasfondo remite a Captain Beefheart, la banda de la que surgió este neoyorquino de Siracusa, y la acidez trovadoresca recuerda a bandas como The Auteurs. Pero no hay uniformidad, ni falta que hace: Lady of Shalott, por ejemplo, se aleja de los parámetros remitiendo al folclore británico, mientras que Skin diving entremezcla el guitarreo enérgico y los susurros perezosamente sensuales de la francesa Elli Medeiros. Para mayor deleite del aficionado, Lucas se toma la molestia de comentar en el libreto, una por una, las 36 canciones.
Los criterios de diversidad omnívora se multiplican aún más espectacularmente, como era de prever, en esa segunda mitad: Solo, rarities and collaborations. Ahí se aportan incursiones en bandas sonoras, encuentros de vanguardia con la Metropole Orchestra y, ya puestos, una incursión cubana, Out from under, junto a Haydée Milanés y Los Van Van (han leído bien). También, uno de los temas perdidos de Lucas y Jeff Buckley, Story without words, asumida por la vocalista holandesa Jolene Grunberg. Es muchísimo lo que Lucas ha ido contando y aún tiene que contarle al mundo, pero este Essential aporta una primera vista panorámica insuperable. E induce, irremediablemente, a multiplicar nuestra curiosidad inicial.