¿Uno de los más grandes cancionistas que ha conocido el siglo XX? Sí, a fe que sí. Y de los más valientes e inconformistas, de los que nunca se limitaron a seguir haciendo lo que ya habían puesto en práctica con anterioridad. Cada página que rubrica Paul Frederic Simon es una toma de postura, porque él nunca ha sabido lo que es una canción de relleno o para salir del paso.
Lo comprendimos de manera preclara mucho después de este disco, con el admirable Graceland (1986), que le descubrió al mundo entero todo lo que se cocía en la Sudáfrica negra, o el a veces minusvalorado The rhythm of the saints (1990), que quiso ser una especie de secuela afrobrasileña. Pero poner fin a uno de los dúos más exitosos de la historia para caminar en solitario ya era un gesto de audacia que, allá por 1971, no todos los seguidores de Paul Simon supieron aceptar de buen grado.
Ahora podemos decir sin rodeos que este debut puede superar a algunos de los discos de Simon & Garfunkel; quizá, incluso, a la más que la emblemática despedida que había supuesto, año y pico antes, Bridge over troubled water. Que después de la ruptura el primer corte del neoyorquino fuera Mother and child reunion, infectado de un sabor jamaicano irresistible, suponía toda una declaración de intenciones: Paul prefería ir a su aire, no restringirse en opciones ni miras, comportarse como el fabuloso espíritu libre que no ha dejado de ser desde entonces.
Paul Simon, con el aire andino de Duncan (¡qué canción!) o el punto desenfadado de la irresistible Me and Julio down by the schoolyard, era una fascinante exhibición de talento con el lápiz y el papel. Y así ha continuado sucediendo durante las décadas posteriores, aunque la producción, ay, cada vez haya acreditado una cadencia más espaciada. Pero sin atenerse a normas, repeticiones ni, aún peor, medianías. A ver cuántos pueden acreditar semejante bagaje a la hora de hacer balance de lo vivido y cantado.
“Ahora podemos decir sin rodeos que este debut puede superar a algunos de los discos de Simon & Garfunkel” (F.N.)
Básicamente estoy de acuerdo en (casi todo) lo que dices. Este es un disco para quitarse el sombrero aunque no creo que supere los de Simon & Garfunkel.
Solo hay una cosa con la que no puedo comulgar y es que se deja entrever o se dice claramente que este es el primer disco de Paul Simon (cuando dices “este debut” ).
El disco de debut de Paul Simon [“The Paul Simon Songbook”] salió en 1965 cuando todo parecía indicar que el proyecto Simon & Garfunkel se había ido al garete y Paul emigró a Londres e intentó iniciar e inició una carrera en solitario con un disco que resultó ser seminal ya que sus canciones, todas menos dos, fueron aprovechadas en distintos álbumes de la pareja, cuando la mano del mago Tom Wilson hizo la “barrabasada” de poner guitarras eléctricas a “The sound os dilence” y la historia cambió:
CARA A.-
1.- “I Am a Rock” – se incluiría después en SOUNDS OF SILENCE
2.- “Leaves That Are Green” – se incluiría después en SOUNDS OF SILENCE
3.- “A Church Is Burning” –
4.- “April Come She Will” – se incluiría después en SOUNDS OF SILENCE
5.- “The Sound of Silence” – venía del primer LP de Simon & Garfunkel (“Wednesday Morning, 3 AM”) y se icnluiría después en SOUNDS OF SILENCE
6.- “A Most Peculiar Man” – se incluiría después en SOUNDS OF SILENCE
CARA B.-
1.- “He Was My Brother” – venía del primer LP de Simon & Garfunkel (“Wednesday Morning, 3 AM”)
2.- “Kathy’s Song” – se incluiría después en SOUNDS OF SILENCE
3.- “The Side of a Hill” (Kane) –
4.- “A Simple Desultory Philippic (or How I Was Robert McNamara’d into Submission)” – se icnluiría después en PARSLEY, SAGE, ROSEMARY & THYME
5.- “Flowers Never Bend with the Rainfall” – se incluiría después en PARSLEY, SAGE, ROSEMARY & THYME
6.- “Patterns” – se incluiría después en PARSLEY, SAGE, ROSEMARY & THYME
Todas las canciones en “The Paul Simon Songbook”, todas menos dos fueron aprovechadas en álbumes posteriores. Y podríamos precisar, así mismo, que DOS de las canciones (“The Sound of Silence” y “He Was My Brother”) venían “aprovechadas” del primer LP del dúo “Wednesday Morning, 3 AM”, de 1964.
No es nada personal, Fernando, pero este estupendo segundo álbum de Paul Simon no fue el disco de debut… si acaso fue “el disco de debut después de la separación definitiva de Simon & Garfunkel”…