El aguerrido sello alemán Ruf Records, infatigable en su apostolado por el blues rock eléctrico (y electrizante), expeditivo, correoso y arrollador, ha convertido en un ritual ineludible sus Blues Caravan, una gira que hermana a tres artistas de la escudería y de la que acaba saliendo un álbum en directo con su consabida doble versión, la fonográfica y la audiovisual. La idea anda ya por su ¡demiooctava! entrega, así que en este año de la mayoría de edad procedía convocar a lo más granado y prometedor de la factoría, características que sin duda comparten los tres cantantes y guitarristas presentes aquí, de manera indivual pero también entrecruzada: la tejana Alli Venable, el mancuniano Ashley Sherlock y una de las grandes esperanzas blancas del gremio, Will Jacobs, del que ya hemos mencionado en esta página el enriquecedor contraste entre Chicago como tierra natal y Berlín en calidad de su ciudad de acogida.

 

La grabación ahora inmortalizada nos transporta hasta una sala de Dortmund, el Musiktheater Piano, el pasado 17 de mayo de 2023, aunque esta Caravana ya ilustrísima y crecidita llevaba en danza desde febrero. Tan amplio rodaje por parte de la tripleta de artífices multiplica, después de tres meses, las complicidades y el ajuste entre piezas, engranajes, voces y hasta químicas personales. Y eso salta a la vista en la musculatura, como le sucederá a cualquiera que eche un vistazo en su gimnasio de confianza y vaya anotando los nombres de los compañeros de clase con los deberes más al día. En el aprendizaje del blues, urge decirlo, los artífices de esta grabación progresan algo más que adecuadamente.

 

Las noches con Will, Ashley y Ally debieron de ser intensas y ardorosas, por lo que deducimos en un DVD flamígero, para quien aún disponga en casa de algún lector o artilugio análogo para descubrirlo. Pero aunque sus 23 cortes se vean reducidos a 14 en la versión exclusivamente sonora, (¡una hora y cuarto!), el álbum en sí refleja muy bien el talante de esta escudería joven, orgullosa y arrebatada, además de hábil en el viejo arte de intercalar material propio de estreno con clásicos inmarcesibles. Abrir boca con With a little help from my friends puede tener algo de arquetípico, además de que confirma una vez más que las versiones sobre este clásico ya se conciben siempre a partir de la lectura de Joe Cocker y no del original de The Beatles. Pero la chispa prende ya de manera definitiva con el Ohio de Neil Young o un muy festivo Gimme all your lovin’ (ZZ Top). Y las principales salidas de guion las anotamos en los casos de Use me, de Bill Withers (solo en el DVD), y, sobre todo, How long (Ace, Paul Carrack), que aquí adquiere un insólito carácter expeditivo.

 

En cuanto al material propio, el de Jacobs parece el más consolidado, con un Goldfish blues camino de convertirse en clásico y canónico, pero cuidado con Venable: ella es la más alborotadora, con Don’t lose me y, sobre todo, Real gone , como demostraciones de que se puede cantar blues con la vena hinchada y, sobre todo, interpretarlo con mucha, mucha velocidad en los dedos.

 

Ashley Sherlock, más bisoño y melódico, pero también con más calor y seda en la garganta, resulta muy prometedor en unos medios tiempos que se miran en el espejo de Jeff Healey (I think that she knows) o incluso Jeff Buckley, y que en el caso de Dear Elizabeth nos traen a la cabeza aquel Save tonight con el que logró fama efímera el bueno de Eagle-Eye Cherry. Quizá Alemania no parezca el caladero más convencional para el blues de colmillo afilado, pero la labor de Thomas Ruf, al frente del sello bautizado con su propio apellido, resulta sencillamente encomiable.

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